Juan de Mariana y los Escolásticos españoles: pioneros del pensamiento económico

 Durante el famoso llamado Siglo de Oro español, surgió una escuela de pensamiento que sentó las bases del análisis económico moderno y la defensa de las libertades individuales: los escolásticos españoles, entre ellos, destaca la figura de Juan de Mariana (1536-1624), quien fue un teólogo y economista cuya obra cuestionó las prácticas de los gobernantes y defendió principios esenciales como la propiedad privada, el mercado libre y la legitimidad del poder. Sus contribuciones, aunque han sido menospreciadas y enmarcadas en un contexto religioso, trascienden en su importancia para la teoría económica y la filosofía política contemporánea. Juan de Mariana, quien también es reconocido porque fue miembro de la orden jesuita, desarrolló su pensamiento en un periodo de intensos cambios sociales y económicos en Europa. Por ejemplo, en su obra “De Rege et Regis Institutione”, defendió el derecho de los ciudadanos a resistir la tiranía, una postura radical para su tiempo, y quizás hasta condenable. Además de ello, en tratados como “De Monetae Mutatione”, criticó las prácticas inflacionarias de los monarcas al manipular la moneda, argumentando que estas erosionaban la justicia y la confianza en el mercado. El legado de Mariana no puede entenderse fuera del contexto de la Escuela de Salamanca, donde él y otros escolásticos como Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y Martín de Azpilcueta reflexionaron sobre cuestiones económicas y éticas desde una perspectiva profundamente arraigada en la ley natural (orden divino). Estos pensadores trataron temas como el valor subjetivo, el precio justo y la legitimidad del comercio, sentando las bases de principios que siglos después serían formalizados por autores como Carl Menger y Ludwig Von Mises.

 

Pensamiento económico de Juan de Mariana

La herencia de Juan de Mariana se encuentra testimonialmente en su análisis económico y político, plasmado en obras como “De Monetae Mutatione” (Sobre el cambio de la moneda), publicada en 1609. En este escrito, Mariana realiza una crítica a la manipulación de la moneda por parte de los monarcas, denunciando que la devaluación deliberada del dinero, ya sea mediante la reducción de su contenido metálico o el incremento de su cantidad en circulación, no solo era un acto injusto, sino que representaba una forma de expropiación encubierta (¡y vaya si no era así!). Mariana argumentaba que estas prácticas generaban inflación y empobrecían a la población, erosionando la confianza en la economía y la estabilidad social. Su pensamiento influyó en el desarrollo posterior de teorías económicas sobre la estabilidad monetaria y la crítica al intervencionismo (Sobre el rey y la institución real, por ejemplo). Mariana plantea que el soberano no es dueño absoluto de los bienes ni de las personas en su reino, sino que debe gobernar conforme a la ley natural y los principios de justicia. Mariana incluso llega a justificar la resistencia activa contra la tiranía, una postura que resonaría en las ideas liberales de siglos posteriores, especialmente en los trabajos de John Locke sobre la legitimidad del poder político y los derechos individuales. Juan de Mariana no fue un pensador aislado, en mi opinión, sino parte de un movimiento intelectual mayor: la Escuela de Salamanca, liderada por teólogos y juristas que sentaron las bases de la economía moderna. Uno de los aportes más destacados de esta escuela fue el concepto del valor subjetivo. Los escolásticos, como Martín de Azpilcueta y Diego de Covarrubias, afirmaron que el valor de los bienes no residía en sus características intrínsecas, sino en la apreciación subjetiva de las personas y en su utilidad para satisfacer necesidades específicas. Este enfoque del valor influiría directamente en la teoría económica desarrollada por Carl Menger en el siglo XIX, reconocido como el fundador de la Escuela Austriaca, quien formalizó la idea de que el valor de los bienes es subjetivo y depende de las preferencias individuales. Mariana y los escolásticos, al enfatizar la importancia de la libertad en el intercambio, anticiparon el análisis moderno de los mercados competitivos, donde las decisiones descentralizadas de los individuos determinan la asignación eficiente de recursos.

 

Legado

Las ideas de Juan de Mariana y los escolásticos españoles fueron fundamentales para el desarrollo del pensamiento económico liberal. Su defensa de la propiedad privada, la crítica al intervencionismo estatal y la insistencia en la justicia como principio rector del orden social resonaron en los trabajos de figuras clave del liberalismo clásico como Adam Smith y David Ricardo. Mariana sentó las bases de una tradición que siglos después sería revitalizada por autores como Ludwig von Mises y Friedrich Hayek, quienes expandieron los principios del orden espontáneo y la importancia de los mercados libres para la coordinación económica. En palabras de Jesús Huerta de Soto, “los escolásticos españoles, y en particular Juan de Mariana, representan un puente entre el pensamiento clásico y el moderno, destacándose por su análisis detallado de las instituciones económicas y la importancia de la libertad individual” (Dinero, crédito bancario y ciclos económicos, 1998). Mariana no solo dejó un legado intelectual en el ámbito económico, sino que también se convirtió en un referente moral, recordándonos que la libertad económica y la justicia social son elementos inseparables de una sociedad próspera y pacífica.

 

Referencias

  1. Mariana, J. de. (1609). De Monetae Mutatione. Salamanca: Imprenta Universitaria.
  2. Mariana, J. de. (1599). De Rege et Regis Institutione. Toledo: Viuda de Pedro Gómez.
  3. Huerta de Soto, J. (1998). Dinero, crédito bancario y ciclos económicos. Madrid: Unión Editorial.

 

 

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